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El PP busca ensanchar las fisuras entre el Gobierno y sus socios “fijos discontinuos”

El escenario político

Los populares introducen en el Senado enmiendas parciales al plan fiscal del Gobierno para atraer a Junts y PNV a su vuelta al Congreso y desgastar la mayoría parlamentaria

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, interviene durante la clausura de la XXVII Intermunicipal del PP, a 1 de diciembre de 2024, en Valladolid, Castilla y León (España). El Partido Popular ha celebrado ayer, 30 de noviembre, y hoy su XXVII Intermunicipal bajo el lema ‘España somos todos’, donde se ha reunido una representación de los 3.360 alcaldes y 25.000 concejales populares del país. En esta jornada, se han entregado los premios ‘Buenas prácticas municipales’ a los alcaldes con las iniciativas de gestión más destacadas.

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo

Photogenic/Claudia Alba - Europa Press / Europa Press

Cegada la vía de una quimérica moción de censura para la que no cuenta con más apoyo que el de Vox, el PP va dejando atrás la estrategia de una guerra relámpago que haga caer al Gobierno. No lo logró en el arranque de la legislatura con la aprobación de una amnistía “ilegal e inmoral”, ni, un año después, con el incesante goteo de casos de corrupción que apuntan hacia la Moncloa y Ferraz y que han llevado al PSOE, en su reciente congreso de Sevilla, a cerrar filas en torno a Pedro Sánchez.

Pero otra cosa es la incomodidad que los socios “fijos discontinuos” del Ejecutivo, como los bautizó el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en un corrillo el día de la Constitución, puedan sentir con la situación. “Somos conscientes de que el PNV paga algún peaje al PSOE, pero ante la corrupción no vale el silencio ni mirar hacia otro lado, porque les va a acabar arrastrando”, advirtió ayer desde San Sebastián el portavoz popular, Borja Sémper. Y hoy mismo será el propio Feijóo, quien, desde Barcelona, tendrá ocasión de lanzar un aviso semejante a Junts.

Si bien los nacionalistas conservadores vascos, de forma decidida, y catalanes, con muchos reparos, siguen dando respiración asistida al Gobierno de izquierdas, en Génova están convencidos de que, como se vio en el paquete fiscal, con Hacienda sudando tinta para que no se fuera al traste, el PNV y Junts se pueden sentir más cerca de las propuestas del PP en materia económica que de los socialistas y sus aliados “radicales”.

De ahí que la cúpula popular haya planteado una ofensiva de desgaste ante las fricciones por los presupuestos generales del Estado: en el Senado, donde tiene mayoría absoluta, el PP, en lugar de vetar el paquete fiscal, ha introducido enmiendas parciales con guiños sociales –dirigidos a los jóvenes y en política de vivienda–, para que, de regreso al Congreso, se vea si unos y otros quieren o no “ayudar” a los ciudadanos y, de paso, romper la mayoría parlamentaria.